Desde el año 1987 la Organización Mundial de Salud (OMS) celebra cada 31 de mayo “EL DÍA MUNDIAL SIN TABACO” con el fin de concienciar aún más a la población sobre los riesgos del tabaquismo y proponer medidas para intentar reducir el consumo de tabaco. Este año el lema utilizado por la OMS es: “EL TABACO ROMPE CORAZONES. ELIJA SALUD, NO TABACO” intentado así poner énfasis en la relación entre enfermedades cardíacas y el tabaco, siendo éste la segunda causa de las enfermedades cardiovasculares.

Cada año 7 millones de personas fallecen debido al tabaco, 900.000 de esas personas fueron fumadores pasivos, quedando demostrado el devastador efecto que tiene el tabaco. Las probabilidades de desarrollar una enfermedad pulmonar, problemas respiratorios o cardiovasculares aumentan con cada cigarrillo encendido.

Los adultos son completamente libres de elegir el entorno en el que vivir y trabajar pero l@s niñ@s, en cambio, dependen de las decisiones de los adultos. En este caso usted, como responsable, es el único que puede controlar la salud de los más pequeños, asegurándose de que en su entorno no se permita fumar.

Los expertos dicen que l@s más pequeñ@s se ven afectados por la inhalación de humo de los cigarrillos incluso cuando los fumadores no están en la misma habitación sino en una sala contigua. L@s niñ@s son extremadamente vulnerables al humo de tabaco, puesto que están en constante desarrollo físico y tienen una respiración más rápida que los adultos, lo que significa inhalar una dosis mayor.

Los investigadores sostienen que l@s pequeñ@s expuestos a este mal hábito están en riesgo de desarrollar otros trastornos mentales o físicos. Niñ@s expuestos al humo del tabaco tienen mayor riesgo de TDAH, tartamudeo o dolores de cabeza severos así como también son más propensos a enfermedades cardiovasculares, respiratorias, infecciones tempranas de oído o alergias.

Otro dato preocupante existe en el caso de los menores que viven en familias que fuman, el riesgo de que ellos empiecen a fumar a una edad temprana es el doble que el de los niños que viven en familias no fumadoras.

Esperamos que toda esta información les sirva de ayuda para proteger a l@s más pequeñ@s de un hábito que puede perjudicar considerablemente su salud.