Cuando estamos estresados sentimos que la vida es un problema o incluso una amenaza. Si sufres estrés, no eres el único, todas las personas nos sentimos estresadas en algún momento u otro. Recuerda que un poco de estrés no es un problema, pero el estrés continuo puede afectar a tu salud. Esperamos que los siguientes consejos de gestión del estrés puedan ayudarte a ti o a alguien cercano que conozcas. Desde Kinderapia estamos siempre dispuestos a ayudarte en tus momentos más difíciles.

 

Concéntrate en ti mismo para empezar con una buena gestión el estrés

Cuando tus pensamientos y el estrés te superen, puedes realizar un ejercicio para conectarte contigo mismo. Empieza por observar tus pensamientos y sentimientos. Busca un lugar tranquilo, inhala por la nariz y exhala por la boca y concéntrate en tu respiración. Si  ves que tu mente empieza a distraerte con algún pensamiento, regresa de nuevo, vuelve a centrarte en la respiración y dedícale toda tu atención, de esta manera empezarás a gestionar el estrés.

 

Deja ir los pensamientos negativos

Los pensamientos o sentimientos  negativos  pueden impedir que nos ocupemos de cuestiones importantes y nos impidan avanzar en nuestro día a día. Cuando esto te suceda, empieza por darte cuenta de que quedaste atrapado en un pensamiento negativo e intenta ponerle un nombre. Por ejemplo, puedes decir «noto sentimientos de angustia». Cuando hayas reconocido el pensamiento o sentimiento, cambia tu foco de atención y céntrate completamente en la persona con la que estás o en la actividad que estás realizando.

 

Actúa según tus valores

Para tener una buena gestión del estrés, tus valores describen el tipo de persona que quieres llegar a ser. Por ejemplo, algunos valores habituales son la amabilidad y la paciencia. Intenta empezar el día pensando en dos o tres valores a los que quieras aspirar y luego actúa en consecuencia. Haz pequeños avances, por muy pequeños que sean. Recuerda que la constancia y los pequeños pasos que hacemos día a día son los que nos ayudan a conseguirlo.

 

Sé amable contigo y con los demás

Muchas personas no son respetuosas consigo mismas cuando atraviesan situaciones difíciles. Si te tratas con respeto, tendrás más energía para ayudar a los demás y todos saldrán beneficiados. Háblate con amabilidad. Piensa en pequeños actos de bondad que podrías llevar a cabo cuando veas a alguien que sufre o tiene dificultades.

 

Haz actividades y planes que te gusten

Cuando sientas que no puedas gestionar el estrés, haz algún plan o actividad que te haga disfrutar para así ayudarte a ponerte en pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un libro, ir a dar una vuelta, escuchar música, ver un capítulo de esa serie que tengo te gusta o salir a cenar con alguien. También puedes buscarte un nuevo pasatiempos, no importa cual sea, busca algo que te haga sentir bien a ti mismo como clases de canto, de pintura, de gimnasia,….

 

Consejo final para la gestión del estrés: Aprende a decir que no

Si tu estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprende a poner límites, aprende a decir que no a aquellas situaciones que te hacen sentir incómodo o que no vas a poder cumplir por falta de tiempo.