En la sociedad actual se habla de la importancia que tiene la lectura como herramienta para aprender cosas nuevas. Jamás impuesta ni obligada, deberá ser sugerida e incitada, buscando 3 aspectos cuando leemos:
- obtener información, librándonos de la ignorancia y el desconocimiento;
- recrearnos en la propia lectura, dejándonos llevar por la imaginación permitiendo vivir otras vidas;
- y participar activamente en la sociedad, convirtiéndonos en personas autónomas.
Por ello en Kinderapia queremos hacer hincapié en fomentar la lectura en casa, ya que es un espacio donde los padres pueden proporcionar a sus hijos ese interés por ella.
¿Cómo podemos hacerlo?
- Creando en casa un ambiente de lectura. Ver a los padres con un libro o un periódico en las manos se convierte en una referencia importante de comportamiento, dando así ese momento necesario para que todos lean a la vez.
- Hablar sobre libros. Oír cómo se comentan los argumentos de diferentes libros hace que se despierte en los niños ese gusto lector
- Leer los libros apropiados para los niños. Acercarse como padres a los distintos géneros de libros infantiles hace que ellos también se impliquen para conocerlos.
- Buscar los temas que conecten más con ellos. Hay libros sobre infinidad de cosas, pero si escogemos aquellos que se centran en una afición o algo que les guste puede ser muy motivador conocer más sobre ello.
- Convertir la tele en una aliada. Las series o programas que les gustan también puede ser una buena manera para buscar o localizar aquellos libros relacionados para despertar un mínimo de interés.
- Conocer la biblioteca del barrio. La cantidad de libros que puede haber en una biblioteca hace que puedan escoger algunos y poder irlos intercambiando con la idea de leer acerca de diferentes temas. Además, en las bibliotecas suele haber eventos periódicos en los que van animadores infantiles a contar cuentos o libros, esto hace que ellos también se vean involucrados en la historia.
- Averiguar el tipo de lector que es cada niño y respetar los ritmos. Por ejemplo, hay niños que prefieren leer por las noches y hasta que no acaban el libro no paran o los puede haber que lean de día y más espaciados en el tiempo; pero como padres debemos descubrir cuál es el ritmo de cada niño.
- No empeñarse en un solo tema o en lo que nos conviene. Es importante que ellos descubran su propio gusto por la lectura; hay que seleccionar los libros adecuados en el momento oportuno.
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