Las pesadillas son un tipo de sueño que provoca sentimientos de miedo, angustia y ansiedad, frecuentemente se presentan durante la segunda mitad de la noche y suelen provocar el despertar de la persona que duerme. Son muy normales y comunes en niños, aunque también ocurren en adultos de forma más ocasional. En niños suelen aparecer hacia los 2 años, aunque cobran más protagonismo entre los 3 y los 6 años.
No se conocen los mecanismos que provocan la aparición de las pesadillas y la mayoría de ellas aparecen sin razón aparente, aunque puede existir una relación con alguna situación de estrés que el niño pueda estar viviendo como puede ser: una mudanza, cambio de escuela, tensiones familiares, etc. o bien después de ver alguna escena violeta en la televisión…
Aunque no se pueden evitar totalmente, los padres pueden contribuir a que los hijos tengan un sueño lo más agradable posible. Cuando los niños se despiertan por una pesadilla, las imágenes de ésta aún están frescas y parecen reales, así que es natural que se sientan angustiados y con miedo.
Dormir mejor
Os explicamos diferentes consejos para conseguir dormir mejor:
- Los niños deberían tener un horario regular para acostarse y para levantarse, siempre del mismo modo, con el fin de establecer una rutina de sueño.
- Preparar la rutina de sueño horas antes de acostarse para que cuando el niño vaya a dormir esté más tranquilo y relajado. Por eso es importante hacer siempre lo mismo y más o menos a la misma hora, por ejemplo: cena, baño, cuento …
- Es importante tener una habitación propia para el niño que sea acogedora y que sea un lugar donde poder relajarse. En la medida de lo posible, es importante que el lugar de los juegos sea diferente al de dormir.
- Es esencial evitar la televisión o las pantallas digitales antes de ir a dormir, ya que estimulan el cerebro. Con el fin de inducir el sueño se pueden leer cuentos siempre que no tengan relatos de miedo.
- Evitar realizar actividad física o juegos muy estimulantes al menos una hora y media antes de ir a dormir.
- Es muy importante dormir en su cama y en su habitación y no en otra estancia de la casa, aunque luego los lleven en su cama. Dormir a su cama ayuda a conciliar mejor el sueño y no estar desubicados al despertarse en otro lugar, ya que esto provoca más sentimientos de inseguridad.
- Tener un rato de calma, sin prisas del día a día para pensar, hablar, pintar o escribir las cosas positivas que nos han pasado durante el día y por las que estar agradecidos. Es muy importante focalizarse en buscar las cosas positivas y por tanto con los sentimientos de felicidad y tranquilidad.
¿Cómo actuar ante las pesadillas?
- Ir a su lado y mostrar tranquilidad le ayudará a sentirse más seguro.
- Explicarle que ha tenido una pesadilla, y que no es real.
- Mostrar comprensión por los sentimientos que tiene, sin depreciarlos pero sin potenciarlos.
- Normalizar el sentimiento de miedo, no es malo y todos nos pasa alguna vez.
- Jugar con la imaginación, para hacer “desaparecer” los causantes de las pesadillas. Por ejemplo con un “spray especial” para eliminarlos…
- Utilizar un objeto como puede ser un peluche o un juguete que le dé seguridad y calma.
- Dejar una luz tenue encendida.
- Ayudar al niño/a volver a dormir en su habitación y evitar quedarse a su lado durmiendo o dormir con los padres.
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